domingo, 24 de octubre de 2010

Monreal aprende a guisar platos salados con su especia reina

VII Jornadas gastronómicas sobre el azafrán

Solomillos de cerdo con zumo de naranja al azafrán, salmón con salsa de azafrán y milhojas de patata con mus de azafrán fueron las propuestas que la cocinera Encarnita Lorente realizó ante sus vecinos para mostrarles las posibilidades gastronómicas que tiene la especia reina del Jiloca. Lorente ha ganado muchos de los concursos de cocina con azafrán que se han realizado en Monreal.

La actividad se enmarca en las VII Jornadas Gastronómicas que se realizan en la localidad y que se iniciaron el pasado día 15. Los actos se prolongarán hasta mañana domingo, jornada en la que los vecinos tendrán oportunidad de ir a recoger rosa y esbrinar como se hacía antaño.

Encarnita Lorente, durante la demostración culinaria realizada
Los platos dulces serán hoy los protagonistas y en la demostración culinaria se hará una tarta de tres sabores de azafrán con gelatina de naranja, piruletas de frutos secos y chocolate al azafrán y piña exótica al jarabe de azafrán.





martes, 19 de octubre de 2010

La Asociación de Productores de Azafrán del Jiloca confía en tener una buena campaña

La Asociación de Productores de Azafrán del Jiloca (Azaji) confía en que la presente campaña de recogida de azafrán va a ser buena.

Al menos, eso ha dicho el presidente de Azaji, José Ramón Plumed, quien ha señalado que "están comenzando a salir las primeras flores de la temporada", por lo que pronto comenzará la recogida.

Plumed ha manifestado que tienen una buena previsión para este año porque "nos han respetado las condiciones meteorológicas". De esta forma y, entre todos los productores de la Comarca del Jiloca, se llegarán a coger unos seis kilos de este producto. A pesar de que la cantidad pueda parecer pequeña, ha recordado que "hace doce años el cultivo de azafrán estaba prácticamente desaparecido, así que en este tiempo se ha recuperado muchísimo por lo que seis kilos nos supone bastante producción".
El presidente de Azaji ha apuntado también que, actualmente, se cultivan unas seis hectáreas. Según ha explicado, "hay plantado un poco más que el año pasado", no mucha porque cada año se incrementa en muy poca cantidad.

Para seguir creciendo en el futuro, es necesario "recuperar el bulbo autóctono y eso, es labor de los productores", ha explicado Plumed. En este sentido, ha comentado que "prácticamente está recuperado, pero todavía no tenemos mucha cantidad. Ahora tenemos que trabajar para reproducirlo y para tener más productores".

Además, Plumed ha argumentado que otra posible salida sería la de la agricultura ecológica que "es muy bueno para buscar nuevos mercados, porque hay muy poco azafrán ecológico". De hecho, "una de las empresas asociadas ya ha sacado el sello, llevan muchos años trabajando y ahora, se les van a abrir muchas puertas nuevas".

A pesar de que cada vez más, algunas empresas apuestan por hacer productos que contienen azafrán como licores, quesos o chocolates, Plumed ha reconocido que "el azafrán todavía no es rentable, no conozco a ningún productor que viva sólo del azafrán, todos tenemos otros negocios alternativos de los que realmente vivismos". Aún así, ha afirmado que "con trabajo, algún día sí que puede ser rentable".





lunes, 18 de octubre de 2010

Los vecinos de Monreal recuperan por unos días la tradición más ancestral del azafrán

Los productores y el Ayuntamiento organizan unas jornadas para fomentar el cultivo de esta especia.


Un grupo de participantes en las jornadas esbrizna las flores recogidas en el campo.
Un grupo de participantes en las jornadas esbrizna las flores recogidas en el campo.

El viento gélido no impidió ayer que un grupo de medio centenar de personas de todas las edades regresaran en Monreal del Campo a la tradición más ancestral de la recolección del azafrán. El Ayuntamiento de la localidad turolense y la Asociación de Productores del Azafrán del Jiloca, AZAJI, han organizado durante este fin de semana -y también lo harán el próximo- unas jornadas con salidas al campo para poner en práctica las labores más básicas de este cultivo, actualmente en vías de extinción.

Los dos organismos llevan siete años promoviendo diversas actividades para que las jóvenes generaciones conozcan un producto que supuso hasta hace treinta años una importante fuente de riqueza para numerosas familias de todos los pueblos de la comarca del Jiloca. Pero también pretenden rescatar el cultivo del azafrán como un recurso interesante para la maltrecha economía de la comarca.
En unos 1.500 metros cuadrados de un terreno municipal, en el que el Ayuntamiento planta bulbos cada año para ponerlos a disposición de los organizadores de las jornadas, se puso de manifiesto ayer una vez más la dureza que rodea el proceso agrícola de la apreciada especia. Los participantes en las jornadas se trasladaron al campo antes de la salida del sol, con objeto de que la flor del azafrán no se cerrara y resultara más cómoda su recolección, y, posteriormente, se dedicaron a esbriznar -retirar uno a uno los delicados pistilos de la flor-.
"Esto ahora es un hobby -decía Juan Carlos Torrijo, uno de los participantes- nada que ver con las intensas jornadas de trabajo que dedicábamos al azafrán cuando yo era pequeño. En mi casa teníamos 2 hectáreas cultivadas, así que había rosa en pasillos y en casi todos los cuartos de la casa". Es el segundo año que participa en esta iniciativa y lo hace, sobre todo, por el interés que ha despertado en su pequeña hija Ana.
La actividad, a pesar del clima desapacible, se vivió como una fiesta. Después de recoger las flores malvas, un buen almuerzo hizo recuperar las fuerzas de los presentes.
"No hemos podido recoger mucha rosa, porque la lluvia de estos últimos días he provocado que se abran con más retraso", explicaba Mari Fuertes, responsable del área de Cultura del Ayuntamiento de Monreal del Campo.

Recuperar el cultivo


Las jornadas culturales, que coinciden con la época de la cosecha del azafrán, forman parte de las acciones promovidas desde el Ayuntamiento y AZAJI para recuperar el cultivo. La Asociación, que cuenta actualmente con 17 socios, ha logrado reintegrar la plantación en 6 hectáreas. Una ínfima parte, si se tiene en cuenta que en los años ochenta del siglo pasado había más de mil hectáreas dedicadas a este bulbo en la comarca del Jiloca. Pero para AZAJI es solo un primer paso para lograr que se contemple este cultivo, que se encontraba prácticamente desaparecido, como un recurso económico de primer orden. De hecho, su precio alcanzado el año pasado se situó entre los 2.500 y 2.600 euros el kilo.
Uno de los objetivos de las jornadas consiste, según indica Mari Fuertes, en poner las bases para fomentar entre los más jóvenes la cultura del azafrán. Con esta finalidad, durante toda esta semana se organizarán salidas al campo con escolares de Monreal, del Criet de Albarracín y de la Asociación de Disminuidos, ATADI. Se han programado, asimismo, representaciones teatrales infantiles y, a partir del jueves, demostraciones culinarias con el azafrán como ingrediente principal.
La representante del área cultural del Ayuntamiento es consciente de que los más pequeños no han estado empadados de la tradición del azafrán. "Al recolectar, rompen los pétalos de las flores porque tiran de ellas con fuera y destrozan los pistilos, pero ponen empeño y les atrae la experiencia y eso es lo importante", dice Fuertes.
En la jornada de ayer también participaron personas de otras provincias, como Mauricio Rosell, quien junto con su esposa se trasladó desde Valencia a Monreal del Campo. "Mi abuela, de Torrijo, nos contaba continuamente historias sobre el azafrán, así que siempre habíamos tenido la cursiosidad de vivirlas en directo", explica Carmen Lacasa, la mujer de Mauricio. "Nos ha gustado tanto -añadía- que el año que viene repetiremos".

Fuente de riqueza


Durante una semana Monreal revive todo el proceso de un cultivo que en su época de máximo esplendor se desarrollaba en veinte días. "Se vivía todo de forma intensa. Hay que tener en cuenta que el esbriznado, por ejemplo, se tenía que realizar en 24 horas, porque de lo contrario la flor se estropeaba", explicaba Juan Carlos Torrijo. "Era un cultivo de mucha esclavitud y sacrificio, pero una buena parte de tractores, casas y tierras de los pueblos se compraron con azafrán", concluyó.







El azafrán quiere orientar su futuro hacia la producción ecológica

El producto se lanza a la busca de un mercado dispuesto a pagar la calidad


El futuro del azafrán del Jiloca pasa, en los límites de su pequeña producción actual, por su asignación a la agricultura ecológica y el mantenimiento de los procesos tradicionales de secado y conservación, tal y como se ha venido haciendo durante toda la vida en las casas de los agricultores. El reto está en conseguir un producto que sea capaz de diferenciarse por sus cualidades frente al resto de los azafranes del mercado en cuya elaboración se han utilizado métodos industriales. En definitiva, vender la calidad que otros no poseen. La calidad que desde siempre ha constituido el principal valor del azafrán del Jiloca.

Un grupo de participantes en las jornadas, ayer, en la recogida de rosa.
La tarea no es fácil, y en ella están comprometidos algunos productores y emprendedores turolenses, en un intento por recuperar parte de la importancia de un cultivo que en su época constituyó una de las principales fuentes de ingresos para las familias de numerosos pueblos de la provincia, especialmente las zonas de Monreal del Campo, Muniesa, Campo de Bello y Campo de Visiedo.
De momento, dos pequeñas empresas de la comarca del Jiloca - La Carrasca, en Blancas, y Azafranes Jiloca, en Monreal del Campo- están tratando de avanzar en este terreno, al tiempo que experimentan con formas innovadoras que van desde el Licor de Azafrán hasta el chocolate y el queso perfumados con esta apreciada especia de trabajoso cultivo y no menos laborioso manejo. En este mismo reto están implicadas instituciones como la Diputación de Teruel o el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA). Con un mercado invadido por las importaciones, el futuro no es fácil, pero hay gente dispuesta a pelearlo.





viernes, 1 de octubre de 2010

Burbáguena celebrará el 23 de octubre una fiesta para financiar la reparación de su iglesia

También ofrecerá la posibilidad de apadrinar por 20 euros piedras del templo, cerrado por amenaza de ruina.

El sacerdote de Burbáguena, Héctor Abel, en la iglesia parroquial, con las bóvedas agrietadas.
Burbáguena celebrará una fiesta lúdico-reivindicativa los días 23 y 24 de octubre para recaudar fondos con los que consolidar su iglesia parroquial, cerrada al culto desde el pasado verano debido a su deterioro arquitectónico. El Ayuntamiento y los vecinos preparan un fin de semana festivo con el que pretenden generar unos ingresos con los que contribuir a la restauración del templo. La iniciativa se concreta dos meses después de que los miembros de la corporación anunciaran que no formarán parte de ninguna lista electoral en las elecciones locales de 2011 si la Adminitración no se compromete antes a intervenir en la iglesia. El órdago de los concejales fue avalado por los vecinos, que han firmado un compromiso en los mismos términos.
La fiesta incluirá actuaciones musicales y una comida popular preparada por los vecinos. También se venderán camisetas alusivas, lotería y velas. "Los vecinos colaborarán con lo que puedan", dijo Benedí. Tanto los ingresos por la barra de bar de la verbena como los derivados de las raciones servidas o de la venta de productos se destinarán a la actuación más urgente de la iglesia: la consolidación estructural del edificio para evitar que se derrumbe. El programa de actividades se perfiló a partir de un debate a través de internet.

Además, durante la fiesta se pondrá en marcha una campaña de "apadrinamiento" de las piedras de la iglesia mediante donatidos que oscilarán entre 10 y 20 euros. Esta posibilidad se extenderá posteriormente a los cibernautas a través de internet mediante una página web. Las donaciones se podrán realizar en la cuenta bancaria que se abrirá con los fondos ingresados en el fin de semana festivo.


El precedente de Miravete

La recaudación de fondos a través del patrocinio de piedras del templo sigue una fórmula que ya intentó Miravete de la Sierra a través de un apartado de su exitosa y premiada web divulgativa elpuebloenelquenuncapasanada.com. El portal permitía a los internautas comprar simbólicamente tejas de la iglesia, un donativo destinado a restaurar la deteriorada cubierta de la iglesia. El alcalde de Miravete, José Listo, advirtió, no obstante, de que la iniciativa "no fue eficaz" en este sentido porque la recaudación obtenida, 2.250 euros, se quedó muy lejos de los 60.000 necesarios para acometer el proyecto. Solo dio para reparar el tejadillo de una capilla.
Listo agregó que la agencia Shackleton manifestó su disposición a financiar directamente la reparación, pero la reunión con el alcalde en la que el asunto iba a tratarse no llegó ni siquiera a celebrarse mientras los ecos de la exitosa web se apagaban.
La alcaldesa de Burbáguena explicó que "hay mucha gente implicada en los preparativos" de la fiesta. Añadió que unas treinta personas trabajan para organizar los actos y la página web y, unos doscientos voluntarios colaborarán en la organización de las actividades previstas.
Silvia Benedí advirtió de que los miembros de la corporación y el vecindario mantienen su compromiso de no formar parte de listas electorales en los comicios de 2011. Aclaró, no obstante, que confía en "no tener que llegar a ese extremo, porque parece que el asunto se está moviendo, aunque no sea con la celeridad que a todos nos gustaría".
Tras una primera reunión con el director General de Patrimonio, el Ayuntamiento está a la espera de mantener contactos con responsables de la Consejería de Obras Públicas y el Obispado de Teruel para recabar su compromiso de colaborar en la restauración de la iglesia, con un coste cifrado en 1,3 millones de euros.
El templo de Nuestra Señora de los Ángeles, de estilo barroco, se remonta al siglo XVIII. Fue declarado Bien de Interés Cultural en 2002 por la DGA. Su deterioro arquitectónico desembocó en el cierre al culto por miedo al derrumbamiento, un peligro del que alertaron varios informes técnicos.