Informe del CEJ
El Centro de Estudios del Jiloca, CEJ, ha realizado un inventario de masadas, ventas y caseríos entre Cella y Paracuellos del Jiloca (Zaragoza) en el que se han contabilizado 260 elementos de poblamiento disperso, si bien son 155 los que se han inventariado dado que 105 de ellos están en ruina total.
Masada Peña Palomera en Santa Eulalia del Campo |
El estudio, que se ha realizado durante un año, fue encargado por el Departamento de Educación y Cultura del Gobierno de Aragón. En la actualidad el hábitat disperso en el valle del Jiloca está extinguido salvo unos caseríos ubicados en el término de Cella. Un resumen del estudio se puede leer en el último número de Cuadernos de Etnología, 23, del CEJ.
Los autores del estudio sobre masadas, ventas y caseríos en el valle del Jiloca, Emilio Benedicto y Pilar Edo, expusieron que el inventario se había realizado sobre todo el histórico valle del Jiloca y sus serranías laterales, comprendiendo desde Cella hasta llegar al término municipal de Calatayud.
Asimismo, la técnico de Patrimonio, Pilar Edo, y el historiador, Emilio Benedicto explicaron el hábitat disperso existente en el valle del Jiloca y distinguiendo las masadas, las ventas y los caseríos.
“Los caseríos lo formaban un conjunto de masadas, que incluso tenían ermitas y escuelas.
Las ventas se encontraban en los caminos principales, daban alojamiento y poseían unas grandes cuadras. Las masadas la formaban las viviendas, corrales y parideras, siendo una explotación autárquica”.
Tanto Edo como Benedicto reseñaron que las masadas del valle del Jiloca mantienen grandes diferencias con respecto a las del Maestrazgo y Gúdar desde su número, a la construcción de los materiales o a su superviviencia actual.
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